domingo, 7 de abril de 2013

TRAGEDIA EN MAICAO: DOS PERSONAS MUERTAS Y UNA HERIDA


www.laguajirahoy.com
Entre las víctimas un soldado que intervino en una discusión de pareja
 La intolerancia y la violencia como mecanismos de solución de conflictos dejan el trágico resultado de dos personas muertas y una mujer herida en Maicao.
 Las primeras versiones obtenidas por la comunidad indican que Luis Carlos Luna Puente de 30 años de edad; se encontraba inmerso en una acalorada discusión con su pareja Auri Redondo González, de 22 años a quien le propinó una herida con arma blanca en el abdomen.
 Un activo del Ejército que estaba en labores de patrullaje con sus compañeros, observa la pelea e interviene para conciliar y proteger la vida e integridad de la mujer.
 Sin embargo, Luna Puente, se enfrenta al uniformado, en el forcejeo se escapó un tiro de fusil, impactando en la cabeza del oficial Francisco Salcedo Toro, falleciendo en el lugar de los hechos.
 Pero la ira del civil fue más allá y con un arma blanca se le avanza al uniformado quien agoniza en el suelo. Tiempo después, la gente se va acercando y un grupo de personas que se encontraban en un Billar salieron como una turba y su víctima fue Luis Carlos Luna Puente, quien se convirtió en la otra persona muerta.
 El hecho de sangre ocurrió en la tarde de hoy en la esquina de la calle 15 con carrera 9  del barrio Centro de Maicao. Por su parte, Auri Redondo González, está recluida en la Clínica Maicao y según informe médico se encuentra en delicado estado de salud, en espera de ser remitida a un centro de mayor complejidad.


El soldado fue identificado como Francisco Salcedo Toro de 25 años, natural de Riohacha, adscrito al Grupo Matamoros en la recién creada Fuerza de Tarea Centurión que opera en el cordón fronterizo.
Aunque el soldado se encontraba acompañado de otros patrulleros, quienes al sentir el disparo concurrieron rápidamente al lugar, no obstante, solo consiguieron hallar el espantoso y sangriento suceso, donde momentos antes se acabara con la vida de su compañero y el civil.
Así mismo, la complicidad enfurecida, retirándose con la convicción de haber hecho justicia.

La impotencia, tristeza y desolación invadió a los militares y un profundo silencio cómplice de una atrocidad que circundaba sobre la vía pública, como si el instinto hubiese superado el sentido común y la racionalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario