Beto Zabaleta, víctima de robos de reses y caballos

Beto Zabaleta

EL HERALDO

Cansado de los recurrentes robos de animales en su finca, el artista de música vallenata  Beto Zabaleta solicitó a las autoridades del departamento del Atlántico un incremento en el control y la vigilancia de las áreas rurales, más en los horarios nocturnos.

La solicitud fue hecha tras el último evento ocurrido en su finca Los Manguitos, situada a un kilómetro del casco urbano del municipio de Baranoa.

Según el reconocido cantante, sujetos armados que ingresaron durante la noche del viernes mataron cinco reses y se llevaron su carne, dejando los despojos en uno de los corrales del predio.

“De acuerdo a lo que me dicen los trabajadores de la finca, se supone que los hombres entraron el viernes en horas de la noche y se fueron el sábado antes de 3 de la madrugada. Nosotros llegamos a eso de las 4 y encontramos los animales muertos. Se llevaron la carne y dejaron las cabezas y las pieles”, expresó Zabaleta.

Seguido lamentó la pérdida de los animales, en el sentido de que se trataban de vacas lecheras que producían diariamente 15 litro de leche cada una. “Las reses eran seleccionadas. Daban 15 litros de leche diarios. Estaban paridas, los terneros quedaron allí”.

Pero esta no es la primera vez que el artista es víctima del robo de animales. Reveló que en ocasiones anteriores se han llevado de su finca caballos de potrero. La última vez fue hace dos meses, también en horario nocturno.

Mencionó que fueron cuatro los ejemplares equinos, de millón y medio de pesos cada uno.

“Se llevaron de esos caballos de potrero, de vaquería. Van como tres veces que me roban los caballos”, apuntó Beto, y luego señaló que ante todos los casos siempre ha interpuesto la respectiva denuncia.

Red de cooperantes. Tras las entrevistas con las autoridades municipales de Baranoa y con la fuerza pública para pedirles un incremento en la vigilancia,  el artista sumó un diálogo con un oficial de la Segunda Brigada de Ejército, en el cual acordó su ingreso a la red de cooperantes de la institución para combatir los flagelos de los que viene siendo víctima.

Finalmente mencionó que a oídos suyos había llegado que los caballos robados en su finca y en otras aledañas terminaban en los mataderos clandestinos de poblaciones como Malambo y Soledad, y su carne era comercializada para la elaboración de embutidos. “La carne la venden para hacer salchichón”, dijo.

Por Kenji Doku

@kenjidoku