Mala disposición de residuos hospitalarios
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A partir de un mal manejo de estos desperdicios, se pueden producir enfermedades, en los mismos hospitales, donde la salud de los pacientes y visitantes debe ser la prioridad.
Normas internacionales establecen la fijación de diferentes recipientes para los desechos infecciosos y los comunes, además que quienes manipulan los desechos deben portar uniformes exclusivos que no deben ser expuestos en sectores donde pueden ser considerados como agentes contaminantes.
Las zonas de trabajo deben desinfectarse después de producirse un derrame de sangre o fluido corporal y al terminar las labores.
Todo el material empleado en la realización de las pruebas donde se trabaje con especímenes clínicos, debe de esterilizarse por autoclave u otro método apropiado antes de ser utilizado, desplazado o eliminado, de acuerdo a las facilidades.
Son parte de la indumentaria básica los guantes, la mascarilla, un uniforme especial además de anteojos protectores.
Para la disposición final estos desechos deben
merecer un tratamiento especializado, de manera que no se conviertan en agentes
contaminantes y dañinos al medio ambiente. Pues si bien se realiza una
recolección adecuada al interior de los hospitales, el proceso de descarte de
estos desperdicios debe completarse con una adecuada disposición final.
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